Desde la misma dinámica y experiencia acumulada a lo largo de todos estos años, nos cabe destacar que dentro de la actividad propia de nuestro despacho, las necesidades emergentes en el campo del asesoramiento legal y jurídico, pasan, por las circunstancialidades propias de los servicios que los clientes y empresarios demandan, haciendo del ejercicio de la abogacía y el asesoramiento jurídico y empresarial un dinámico e interactivo campo de actuación, que siempre debe de estar al servicio y la subsanación de razones, causas y problemas cotidianos, que a los mismos le van surgiendo.
Por esta misma razón y causa efectiva, entendemos que existe y es necesaria una forma clara y diferenciadora de actitud y aptitudes profesionales demandadas, para acometer este nuevo reto que consiste en el análisis y consecución propia de las Características que buscan los Empresarios y clientes en los profesionales que contratan para asesorarlos.
- Hay que saber que NUNCA es solo negocios y en la mayoría de las veces casi SIEMPRE es sobre afectación jurídico-fiscal personal.
- No existe el asesoramiento libre de riesgos. El empresario o cliente debe ser asesorado en un escenario dinámico, con una primaria limitación de los recursos y teniendo en cuenta que la información siempre es asimétrica.
- El profesional tiene que tener experiencia. Además de una sólida formación, el principal requisito tiene que ser la experiencia.
- El profesional tiene que tener una alta capacidad de resolver conflictos en forma rápida. El empresario y las personas, necesitan soluciones siempre para el día anterior a cuando las solicita.
- El profesional tiene que entender que el empresario o cliente necesita un control importante de sus gastos, sin sacrificar calidad dentro de lo que es el asesoramiento
- Hay que buscar el delicado equilibrio entre el consejo que corresponde y lo que el empresario o cliente quiere o necesita hacer y conocer.
- Limitar los tecnicismos para el ámbito que corresponde y no para impresionar al empresario y/o cliente.
- Tener una alta capacidad de adaptación a los cambios, que son moneda usual en un nuevo proyecto, consulta o demanda.
- Ser consciente que se requerirán sus servicios fuera del horario normal de trabajo y ello no debe incidir en la relación profesional/empresario-cliente Las inspecciones, clausuras o accidentes nunca se dan de 10.00 a 18.00 horas. y de Lunes a Viernes.
- Tener una amplia red de contactos. Esto es absolutamente relevante para los empresarios o clientes. Generalmente necesitan mucho más que un asesoramiento sino colaboración en la elección de otros profesionales, proveedores de servicios o potenciales socios.